El “Quiet quitting”, o renuncia silenciosa, es el arte de no tomarse el trabajo demasiado en serio.
La pandemia de Covid-19 ha cambiado las prioridades de las personas y ha hecho que muchos de nosotros reevaluemos lo que queremos de nuestras vidas y de nuestro trabajo. La renuncia silenciosa debemos verla como una huelga frente al rendimiento y la productividad como valor de las personas, pero, sobre todo, como un señalamiento profundo hacia la apatía de muchas empresas hacia sus trabajadores en términos humanos.
Es urgente realizar un cambio y, sobre todo, humanizar el trabajo. Los trabajadores ya no solo están conscientes de su rol dentro de la organización, sino que están tomando acciones frente a este.
El camino para crear el compromiso de los colaboradores es a través de un liderazgo de apoyo que permita que el trabajo sea significativo para esa persona y cree conexiones de calidad con todo el equipo y con la empresa en general. Creo que es importante que las personas tengan límites saludables que permitan el éxito en el lugar de trabajo, así como fuera de él.
Observando algunos comentarios en Reddit sobre el tema, se puede observar que en el pensamiento común radica en que las empresas son las responsables de este movimiento, que el reaccionar de las personas tiene un razón de ser, una consecuencia. Acá pueden ver un Hilo de Reddit con algunas opiniones al respecto:
“The phrase “you get what you pay for” applies to employers too. They shouldn’t expect to get premium production at a discount“
Me encantaría escuchar la opinión de otros líderes sobre cómo han abordado el abandono silencioso. ¿Sabe si está sucediendo en sus organizaciones y, de ser así, qué pasos está tomando para abordarlo?
Ivett Casanova
En este video pueden aumentar su información sobre el Quiet Quitting o Renuncia Silenciosa:
