Cambio. Una palabra que muchas personas temen.

Ya sea una reestructuración importante, encontrar un líder fuerte en el que confíe para dejar el negocio o descubrir que otra empresa quiere comprar su empresa, como líderes empresariales, hay ciertas cosas en nuestra organización sobre las que no tenemos control. Lo que sí podemos controlar es decidir cómo reaccionamos ante estos tiempos inciertos y de cambios constantes  En mi experiencia he visto  y puesto en práctica este par de ideas que me sirvieron para liderar y acompañar a otros a liderar sus equipos  mientras navegamos  por aguas desconocidas.

Hay que dejar que la gente se desahogue, pero también hay que saber cuándo detenerse.

Deja que tu equipo exprese  las emociones que necesite. No todos se involucran  en los cambios  de inmediato, así que permíteles reaccionar,  es parte de donde deben estar en la curva del cambio. Dales espacio y ayúdalos a través de los pasos de aceptación. Existe la idea errónea de que las personas que dicen o comentan sus frustraciones no apoyan el cambio o no están de acuerdo con el liderazgo y esto, no es así.

A menudo encuentro que los líderes en todos los niveles solo quieren ser escuchados y reconocidos. Y así como los líderes también los colaboradores, sólo que ellos necesitan saber que confían en ti lo suficiente como para decirte cómo se sienten sin temor a ser juzgados por sus reacciones.

Una vez tuve un líder que estaba fuera de foco con el nuevo proceso de definición de objetivos  que acabamos de lanzar. Lo dejé desahogarse, pero lo dejé desahogarse demasiado tiempo sin dejar en claro que necesitábamos seguir adelante e impulsar este nuevo proceso clave. El equipo de este líder ocupó el último lugar en la empresa al definir sus objetivos de negocio y personales. 

Continuó hablando sobre sus frustraciones y de lo mucho que le gustaba el sistema anterior, quejándose del nuevo sistema mientras  se le entrenaba. Señalé que sus acciones no estaban reflejando la estrategia que la empresa había definido para crecer. Dijo que hizo todo lo posible, pero que era demasiado difícil. Más tarde, llamé a un lado a su mejor vendedor y le pregunté qué estaba pasando porque no veía que estaban siguiendo el nuevo proceso. El vendedor respondió que su jefe dijo que no era tan relevante usar el nuevo proceso de definición de objetivos  y que no se molestó en prestarle atención porque podría cambiar pronto al anterior. 

 Aprendí una valiosa lección en ese momento, sabiendo cuándo era el momento de parar la fase de desahogo. También fue un momento muy penoso para ese líder. No tenía idea de que su negatividad había impactado a su equipo hasta tal punto de poder afectarles personalmente.

Cuando estás ascendiendo en la escala corporativa, estás en el centro de atención más que nunca, así que elige sabiamente y en tu coherencia,  tus palabras y reacciones.

Debes saber que la incertidumbre y el cambio  pueden presentar grandes oportunidades.

¿Alguna vez has visto a alguien progresar tan rápido en una empresa que te preguntaste cómo lo hizo y si tú podrías hacer lo mismo? Vi a un colega asumir un rol de liderazgo sénior durante algunos años y luego pasar a un rol ejecutivo rápidamente. Cuando le pregunté el secreto de su éxito, obtuve la respuesta más inesperada.

“Pasé por momentos difíciles cuando otros huían, y eso abrió muchas puertas para mejorar”.

Todos hemos escuchado la frase, “Salieron corriendo como ratas” Eso creo que fue lo que pensó  ese líder cuando decidió tomar ese reto gigantesco en su carrera profesional  con un escenario difícil que más nadie se atrevió a afrontar. En cambio, él fue el único que levantó la mano para seguir navegando el barco. La incertidumbre de cómo pueden resultar las cosas que enfrentas en ese momento es desafiante, aterradora y desconocida. También podría ser lo mejor que te haya pasado en tu carrera.

El punto aquí es saber que los tiempos difíciles no necesariamente tienen un impacto negativo. Este podría muy bien ser un momento decisivo, un momento que te lleve al límite para sacar lo mejor de ti, para explotar esos talentos ocultos  y además ofreciendo todo lo que estás buscando en el siguiente paso de tu carrera. 

Para desarrollar esa capacidad de resiliencia y desarrollar el músculo del cambio, podrías mudarte a una nueva área en la que siempre has querido vivir, asumir un nuevo rol en una parte completamente diferente de la empresa o atreverte incluso hasta aprender a tocar ese nuevo instrumento o aprender a bailar. ¡Las opciones son innumerables!

Estos pensamientos son solo dos de las ideas que me han ayudado en tiempos inciertos y de cambio. Finalmente, un último pensamiento que quiero compartir y que fui aprendiendo en mi vida, en muchas ocasiones con dolor:  el cambio es la única constante en la vida, es solo que rechazamos por nuestra forma de pensar, lo nuevo, lo diferente o lo desconocido. ¿Por qué? Porque es incierto.   Pero la única manera de superar lo incierto es atreverse, para experimentar, aprender y evolucionar. 

  https://beinguconsulting.com/2021/03/22/lo-que-nadie-nos-dijo-de-la-inteligencia-emocional/

 ¿Qué dices, te atreves a levantar la mano?