Encontrar el equilibrio entre la vida profesional y personal en estos tiempos de home office es difícil, ¡muy!, pero el primer paso es reconocerlo y después empezar a resolverlo. Poco a poco, pasito a pasito. Estos son 10 tips que te ayudarán a reencontrar el balance en tu vida.
La pandemia sin duda ha traído muchos aprendizajes, sobre todo en el tema laboral. Si bien antes se ponían en duda los beneficios del home office, el aislamiento ha demostrado todas sus ventajas, y hoy muchas empresas y personas están convencidas de que esto no tiene marcha atrás.
Sin embargo, esta situación trajo también consecuencias no tan agradables, como que muchas personas estén trabajando el doble ¡o el triple! E incluso, desafortunadamente, han tenido que dejar a un lado sus objetivos personales por los profesionales.
Si tú sientes que ahora estás viviendo en la oficina, y no dejas de trabajar ni un solo minuto, es momento de reajustar tu balance de vida.
¡Hazte cargo! Tu vida personal es TAN importante como la profesional. Sí, no es fácil hacer un balance, pero, si estás reconociendo que necesitas hacer algo al respecto, aquí están 10 tips para empezar a recuperar tu vida.
No quieras hacerlos todos. Empieza con uno, el que sientas que es el más fácil. Y de ahí, ya que lo tengas dominado, elige otro, y luego otro.
Sí se puede tener un balance de vida entre lo profesional y lo personal a pesar del home office
1. Haz una pausa activa.
Pareciera que entre tantas demandas de la realidad actual pos pandemia, la preocupación por la productividad ha creado nuevas reglas donde para muchos ahora la carga de trabajo se ha duplicado o triplicado, trabajando más horas y no teniendo el mínimo tiempo de siquiera tomar una pausa. Hazlo, haz un break. Es más, ¡agéndalo!
Bloquea tu agenda a la hora del almuerzo aunque estés en casa. Pon en tu calendario sentarte a comer con tu familia. Así sea media hora, no importa, será un espacio que pasarás con tus hijos, con tu pareja, o tu sol@, no importa.
Otra opción es que tomes un break para buscar tu fuente para reenergizarte: es decir, sal a caminar media hora, haz ejercicio, o toma una siesta. ¡Se vale! Sobre todo será más fácil si esta pausa la incluyes dentro de tu agenda —y tus colegas verán en tu calendario que estás “ocupado”.
2. Conoce tus picos.
¿Te consideras una morning person, o un agente de la noche? ¿En qué momento del día sientes que eres una persona más productiva, creativa, alerta, y concentrada: en la mañana o en la tarde-noche? Ese es tu pico.
Dentro de lo posible, agéndate reuniones creativas, lluvias de ideas, resolver problemas o cumplir con pendientes complicados (o desagradables) justo en tus horas pico. Eso va a hacer que seas más productivo y termines más pronto lo que tengas que hacer en el día.
Si dejas lo “complicado” para cuando no estás al 100%, te va a tomar más tiempo, será más fastidioso y el resultado no será el óptimo. Ello, impactará en el tiempo que podrás dedicar a tu vida personal y a poder desconectarte más rápido del trabajo.
3. Pon a “tu gente” en la agenda.
Y por “tu gente” nos referimos a todas esas personas que son las más importantes en tu vida. El reto en este punto, es buscar intencionalmente tener una conexión con tus seres queridos. En otras palabras: agendate con ellos para hablar. Así, tal cual, como si fuera otra reunión, ponlos en un espacio en tu agenda.
Una vez por semana (y si se puede entre semana dentro de tu horario laboral ¡mejor!), agéndate una hora o dos con tus amigos o familiares. Sí se puede… si te lo propones. Solo es cuestión de encontrar el espacio.
A mitad de una sesión de reuniones interminables, irás descubriendo lo enriquecedor que será para tu ser de pronto estar viendo a esas personas tan queridas, hablando de cosas valiosas pata ellos o para ti e incluso para desahogarte de las cosas desagradables que estés viviendo en el trabajo.
4. Invierte en tu carrera
Así como inviertes en tu felicidad con ropa, autos, tratamientos estéticos o el último gadget, llegó la hora de invertir en tu carrera.
Invertir en un coach de carrera profesional, te traerá ese sentido de realización en lo profesional, en coherencia con tu ser. Es como si decidieras correr un triatlón pero lo haces sin entrenador. Es posible que lo logres por ti mismo, claro, pero llegarías mucho más rápido y dando menos vueltas con un entrenador personal. Bueno, pues lo mismo es con tu carrera.
Por ejemplo, revisa el programa que tenemos aquí en Being You, y encuentra soluciones a esas áreas de oportunidad que tienes para acelerar tu carrera. Considéralo como una inversión a tu felicidad personal y profesional.
5. Tómate 5 minutos en la mañana o en la noche.
A diferencia del consejo número uno de esta lista, este consiste en tomarte cinco minutos para estar en silencio. Con el teléfono enmudecido y encerrado en el estudio o en tu habitación si vives con más personas.
Es TU momento contigo. Es el momento de encontrar la fuente de reconexión con tu ser.
En esos cinco minutos en silencio, haz ejercicios de respiración para calmar la mente y conectarte internamente. Puede ser al inicio del día, en la mañana después de bañarte, o al final del día, después de apagar la computadora.
6. Define tu horario laboral.
Sí, en tu empresa tienen definido cuál es el horario laboral, pero no te engañes, dormir con la laptop a lado o revisar el teléfono en cuanto abres los ojos para ver si nadie escribió sobre algún tema urgente, significa que no tienes horario laboral. Prácticamente trabajas desde que abres los ojos, hasta que los cierras. Admítelo, ahora vives en la “oficina”.
¡Detente! Define TU PROPIO HORARIO laboral. Respeta evidentemente el que pide la empresa, pero más allá de ese, tú establece cuando empiezas a trabajar y cuando terminas. No importa si es de las 6 de la mañana a las 8 de la noche. Tú decide cuál es, lo cumples dando lo mejor de ti y siendo productivo.
Esto es un compromiso contigo mismo. Es un reto personal. A la hora que decidas empezar, entonces revisas correos, WhatsApp, Teams o lo que necesites. Y a la hora que estableciste para terminar, paras. Lo que falte, lo terminas al día siguiente.
Habrá excepciones, seguramente por pendientes urgentes, pero que sean eso: EXCEPCIONES.
7. Agradece cada mañana.
Es absolutamente normal que en el acelerado mundo laboral y personal en el que vivimos, uno no se detenga a darse cuenta de todas esas cosas por las que uno debería estar agradecido.
Pero vale la pena recordarlo.
Cuando te despiertes, antes de levantarte o consultar tu teléfono, agradece por cinco cosas que consideres vale la pena estar agradecido. “Gracias por estar vivo. Gracias por poder respirar, gracias por no haberte contagiado del virus, gracias por tener un techo donde vivir, etc, etc. ” tu escoge las 5 que más te vibren en ese momento y te lleguen cada día. En voz baja o en tu cabeza repítelas y ya luego comienza tu rutina.
8. Prioriza tus pendientes.
Parte del balance de vida, tiene que ver con equilibrar el estrés y las cargas de trabajo durante el día. Stephen Covey diseñó unos cuadrantes basados en:
– LO URGENTE E IMPORTANTE
– LO IMPORTANTE PERO NO URGENTE
– LO URGENTE NO IMPORTANTE
– LO NO URGENTE NI IMPORTANTE.
Clasifica tus pendientes y enfócate en los que son importantes pero no son urgentes para no vivir en el estrés total todo el tiempo. Revisa la imagen de abajo y busca que la mayor parte del tiempo estés en el cuadrante II.
9. Toma conciencia de las pequeñas cosas y busca conectar con la naturaleza.
Sí, suena trillado, o de postal de Facebook, pero el impacto que puede traer en tu balance de vida es real.
Caminar descalzo por el cesped 5 minutos, o detenerte en la mañana a escuchar el canto de los pájaros antes de entrar a la locura de la rutina, son esas pequeñas cosas que te ayudarán a reencontrarte con tu ser. La conexión con la naturaleza, en la forma más simple y pura que sea te traerá bienestar, sobre todo si lo comienzas a hacer cómo un hábito en ti vida.
Es más: tres minutos. Con tres minutos que seas consciente de esas pequeñas cosas de la naturaleza que te rodean, te harán más llevadero el día. Incluso, si puedes, sal de casa y abraza un árbol con los ojos cerrados y huele, siente, puedes también admirar una flor, en fin, lo que más te conecte. Lo importante es que vayas aprendiendo a tomar consciencia de las pequeñas cosas que están en tu vida y que te conectes con la madre tierra.
10. Salte del piloto automático.
Hay muchas actividades diarias que realizamos en piloto automático: bañarte, conducir, comer, etcétera. Este último consejo implica salirte de ese piloto automático.
Es decir, regálate un tiempo para ti. El baño no lo hagas en automático, mientras te enjabonas sé consciente de ello y échate un aceite especial, o disfruta sentir el agua cayendo en tu piel. Cinco minutos extras pueden hacer la diferencia para empezar el día más equilibrado con tu ser.
O después de comer regálate 10 minutos escuchando tu música favorita con los ojos cerrados. Cómete una rebanada de torta de chocolate o de queso. ¡Consiéntete! Todos los días, pero cambia día con día cómo te consientes. Lo mereces. Te lo has ganado.
¿Estás list@ para hacer un balance de vida?
Estos 10 tips son el comienzo de reencontrarte en balance de vida, pero si aún así sientes que no lo logras, no te agobies, pide ayuda. Un career advisor profesional puede ser el soporte, inspiración y guía que necesitas para lograr ese balance u crecimiento en tu vida profesional y personal.
Es como cuando quieres bajar de peso y ponerte en forma: puedes hacerlo por ti mism@ pero, cuando tienes la ayuda de profesionales, es mucho más fácil y rápido lograr los objetivos y llegar a la meta.
Conversemos, “tomemos un cafecito virtual”. Cuéntame cómo te fue con estos tips, cuál fue el más fácil y si estás notando la diferencia.